¿Maximizar u optimizar?

Transcripción de una conversación entre varios directivos de una misma empresa en una sesión grupal con un equipo de dirección que dinamizamos hace algunos meses.

Directivo 1: “Observando, atendiendo a otros y leyendo al respecto de las motivaciones que nos mueven a las personas, he llegado a la convicción de que podemos incrementar la productividad de todas las personas que constituimos esta organización, y por ende mejorar la calidad y nuestra rentabilidad.”

Directivo 2: “Sí, muy probablemente es cierto. ¿Y cómo crees que debiera llevarse a cabo este proceso de mejora de la productividad?”

Directivo 1: “En realidad no lo sé, no tengo el conocimiento suficiente en las técnicas, pero mi convicción es fuerte. Sé que podemos mejorar, pues hasta ahora no estamos trabajando mucho en el ámbito de las personas.”

Directivo 3: “Es cierto, parece interesante la reflexión, pues hacemos mucho en el ámbito de los procesos y de los sistemas, pero no vamos más allá.”

Directivo 2: “Realmente no había pensado mucho al respecto, pero creo que sabemos dedicar mucho tiempo y recursos a la selección de las nuevas incorporaciones, a la reducción de costes, y a despedir a las personas en base a parámetros de rentabilidad y optimización de recursos. Sin embargo, incidimos muy poco a cómo motivarlas y convertirlas en altamente productivas.”

El debate prosiguió y finalizó con la creación de un plan de acción para incrementar la productividad mediante innovar en el cómo relacionarnos con nuestros colaboradores.

Quedó escrito en el flipchart una frase que nos permitimos compartir, aun no siendo nuestra:

“Si orientáramos nuestra organización (la estrategia, la táctica y los planes de acción) a maximizar la productividad y los ingresos, en lugar de a la optimización mediante la reducción de costes, ¿qué ocurriría?”.

Podemos afirmar que, tras este giro que dio nuestro cliente, la organización ha mejorado notablemente en sus márgenes; y también lo han hecho en otro aspecto: en el control de la rotación NO deseada.

Fran Chuán